Comenzaré diciendo que este corto poema es de mi total autoría,producto de la musa que me inspira.
Yo que siempre he sido alguien tan taciturno
Un observador, que se mantiene al marguen de cualquier
conversación
Mirando a su alrededor, inmiscuido entre los propios
pensamientos
Jamás imagine conocer a alguien que mirara más allá de lo
que mi espejo pudiese mostrarme
¿Y Cómo podemos darnos cuenta de nuestra belleza propia más
que por la visión de nosotros mismos que nos pueda regalar otra persona?
Nunca me considere alguien a quien se le puede otorgar el mérito
superfluo de “hermoso”
Mas sin embargo, esa persona vio en mi lo que nadie había visto
Algo que ni si quiera yo visualizaba
Entre mis pocos valores y un mar de defectos
Entre pocos ángeles y muchos demonios
Para aquellos ojos café, la perfección se había idealizado
en aquel momento que nuestros ojos se cruzaron
Y cuando toda tu vida has sido un marginado
Cualquier hermoso cisne puede pensar lo contrario, si los
demás niegan aquello tan natural
Si la belleza varía ante los ojos del que la observa
Deseo que solo tú veas la perfección en mí
Los ojos que ven la perfección en un pecador

No hay comentarios:
Publicar un comentario