Es un puñal que se hunde bien adentro
Un suave recordatorio de que fuimos felices
Fuimos esa juventud inquieta y hambrienta
Queríamos tenerlo todo
Queríamos ese poder
Nos sentíamos libres
Sentíamos que nada podía tocarnos
Pensamos que duraría
Que esas calles estarían allí para siempre
Que esas personas nunca nos abandonarían
Que esos recuerdos nunca morirían
La realidad fue bastante cruda
Años después solo quedan recuerdos de esa efímera felicidad
El tiempo siguió su curso
Esas personas siguieron su vida
Los momentos están cada vez más lejanos y borrosos
Se conviertén cada día que pasa en ecos del pasado
Un eco del que quiero aferrarme
No quiero olvidar
No quiero olvidarte
No quiero olvidarlos
Quiero volver a ser tan feliz como aquellas noches donde el frío nos hacía acurrucarnos en nuestras camas
Dónde entre risas y amistad
Te preguntaba si esto sería para siempre
Si él me amaría para siempre
Y ahora que pronto dejaré este lugar
Y que se que cada día la ciudad de los sueños perdidos se desvanecerá
Solo puedo preguntarme Si tú lo recuerdas
¿Recuerdas el mundo que creamos?
Entre las calles de esa ciudad, que ahora solo guarda nuestros recuerdos...
